Hoy traigo una receta de la madre de mi amiga Isabel. Estas rosquillas nos han acompañado en todas las excursiones, viajes, visitas que hemos hecho con Isabel. Su madre las prepara buenísimas, quedan super tiernas y nos encantan.
Isabel vive en Madrid, yo estuve viviendo hasta hace 3 años allí, y la verdad, nos juntamos un grupito de amigas, que al ser todas de fuera, nos convertimos en la familia que nos faltaba, siendo todas el baño de lágrimas, la terapia de grupo, las risas, las alegrías, las penas...
Nos vemos de vez en cuando, así que hace poco estuve allí y cuando llegué, Isabel me había preparado unas super bolsa con rosquillas de su madre y aquí os las presento.
Es la típica receta de madre, la que la harina no está pesada, sino como dicen todas las madres que aprenden en la escuela de madres: "la harina que admita"
Ingredientes: (1 docena aprox)
-1 huevo
-4 cucharadas soperas de aceite de oliva
-4 cucharadas de leche
-2 cucharadas de anís
-6 cucharadas de azúcar
-1 sobre de gaseosa
-1 sobre de azúcar vainillado
-ralladura de limón
-aceite girasol para freír
-la harina que admita
-azúcar para rebozarlas
-azúcar para rebozarlas
Preparación:
Mezclar todos los ingredientes, hasta formar una masa manejable aunque algo pegajosa. Para manejarlas facilmente untaros las manos con aceite o con un poco de agua.
Formar las rosquillas, bien si son dobles como estas, hacer dos bolitas, unirlas y hacerles el agujero, o bien hacerlas simples.
Freír en abundante aceite de girasol, sacarlas a papel absorbente y rebozar en azúcar.
Se conservan varios días en una bolsa de plástico.
Gracias Marisa!
Mezclar todos los ingredientes, hasta formar una masa manejable aunque algo pegajosa. Para manejarlas facilmente untaros las manos con aceite o con un poco de agua.
Formar las rosquillas, bien si son dobles como estas, hacer dos bolitas, unirlas y hacerles el agujero, o bien hacerlas simples.
Freír en abundante aceite de girasol, sacarlas a papel absorbente y rebozar en azúcar.
Se conservan varios días en una bolsa de plástico.
Gracias Marisa!